(Mt.14.31) -10 feb.
08-
Introducción.
A. Jesús reprende a
Pedro por su falta de fe. La falta de fe, o ser de poca fe significa dudar.
B. Muchas veces
somos como Pedro y otros, que dudamos. Pero, ¿cuál fue la razón por la cual
Jesús llamó a Pedro “hombre de poca fe”?
C. Ahora vamos a
estudiar las cosas que convierten a un hombre, uno de poca fe.
I.- Está convencido
del poder de Dios, pero no de su protección.
A. El hecho de que
alguien tenga poca fe, no significa que sea un incrédulo. Pedro conocía todo lo
que Jesús podía hacer (v.29, 30).
B. Pedro había visto
anteriormente el poder de Dios (v.19, 20). Aun cuando sanó a su suegra (Mt.8.14,
15). Y había visto en muchas ocasiones la misericordia de Jesús. Sin embargo
dudó.
C. En ocasiones
dudamos, sentimos que Dios nos ha abandonado (Mt.27.46). Aunque esto realmente
significa, que Dios deja que nosotros experimentemos el dolor, para luego ser
bendecidos, pero Él nunca dejará que el mal tome ventaja sobre nosotros
(1Co.10.13; Mt.6.26), el problema es que a veces lo olvidamos.
II.- Está convencido
de la verdad, pero no de su eficacia.
A. Pedro confiaba en
las palabras de Jesús (v.27-29), sabía que su palabra es verdad (Jn.17.17).
Pero él dudó de la eficacia de la verdad.
B. En otras
ocasiones Pedro confió en la verdad, pero no en la eficacia (Lc.5.4-6; Mt.17.27).
C. Necesitamos creer
que la palabra de Dios es verdad, pero también confiar en que es eficaz
(Hb.4.12; 2Tim.3.16, 17). Necesitamos defendernos con la verdad (Efe.6.16;
Mt.4.4).
III.- Está convencido
de su destino, pero no si llegara.
A. Pedro quería
llegar hasta el lugar en donde estaba Jesús (v.29 “en dirección a Jesús” DHH).
Su destino era Jesús.
B. Pedro debía saber
que en el mar siempre habrían inclemencias climatológicas, pues era pescador,
también debía estar confiado en que siempre llegaría a su destino mientras
estuviera con Jesús (v.24-26). Jesús sabía que pese a cualquier situación
llegaría su destino.
C. Nosotros buscamos
un destino final (Hb.13.14; 11.16), y aunque el camino pudiera ser difícil y es
verdad que no podemos confiarnos (1Co.10.12; Hb.2.1), pero también es cierto
que necesitamos creer que Dios nos va a premiar por nuestro esfuerzo (Hb.11.6).
No debemos ser pesimistas.
Conclusión.
A. Cuántas veces nos
ha faltado la fe.
B. Necesitamos
confiar más en Dios, en su palabra, en sus promesas.
C. No dudemos,
alguien que duda es condenado (Rom.14.23).
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