Michael Drosnin, un periodista y escritor
estadounidense, publicó un libro en el que afirma que en la Torá (el pentateuco
escrito en hebreo) se encuentra oculto un código que al ser descifrado relata la historia de la humanidad: pasada,
presente y futura. Este código consiste en eliminar los espacios entre palabras
y, al tener la totalidad de las letras, tomar algunas de ellas con una
secuencia ordenada. Por ejemplo: “geNerAliZacIón”.
Muchos otros han inventado fórmulas, teorías
y programas de computadora para desvelar los misteriosos mensajes proféticos,
pero los cristianos que estudian seriamente la escritura, deben preguntarse
¿realmente hay mensajes ocultos qué descifrar?
Es verdad que Dios tiene secretos
(Deuteronomio 29:29). Este mismo versículo nos aclara la razón por la cual,
Dios, ha revelado solamente algunas cosas: “para
que cumplamos todas las palabras de esta ley”. Aunque la ley de la que se
habla en este pasaje se refiere a la ley de Moisés (v.1) es perfectamente
aplicable a la ley de Cristo (Hebreos 10:28, 29).
Todas las cosas “ocultas” de Dios, en
realidad son invisibles, a los ojos no entrenados (Romanos 1:20).
Algunos de los secretos han sido revelados y
son claramente visibles.
1. El plan de salvación.
Jesús vino a revelarnos cosas ocultas (Mateo
13:35). Solamente en este capítulo de Mateo 13, encontramos 7 lecciones acerca
de la fe, el arrepentimiento y el perdón de pecados.
El Señor Jesús predicó el plan de salvación,
un plan que existía desde antes de la fundación del mundo (1 Pedro 1:18-21). La
humanidad solamente dramatiza el gran libreto de Dios. Él ya había planeado la
venida de Cristo y la salvación de aquellos que le obedezcan (Efesios 1:4, 5).
Este misterio, que permaneció oculto a los
sabios profetas de Dios, ha sido revelado a nosotros, tiernos e indefensos
niños (Mateo 11:25).
2. La iglesia.
Al igual que el evangelio, el diseño de la
iglesia, fue un mensaje que permaneció oculto a los profetas quienes desearon
ver el plan puesto en marcha (Mateo 13:17). Aún los ángeles anhelan ver y
aprender del trabajo de la iglesia (1 Pedro 1:10-12; Efesios 3:10).
Pero solamente las personas que obedezcan al
mandamiento del bautismo serán parte de esta maravillosa creación de Dios
(Hechos 2:41, 47).
3. El fin del mundo.
Dios
fue claro desde los tiempos de Noé: no volvería a destruir la tierra con agua (Génesis 9:11). Sin embargo el
fin del mundo será con fuego (2 Pedro 3:10). Esa verdad permaneció oculta y aún
hoy en día desconocemos la fecha en que ocurrirá (Hechos 1:7; Mateo 24:36).
Aunque estos pasajes hacen referencia a otros eventos, la misma regla se aplica
al fin del mundo.
Sucederá. Pero no nos corresponde saber
cuándo.
Muchas personas, fundadores de grupos
religiosos, han intentado predecir fechas.
1. William Miller. Adventistas del
séptimo día. Propuso las fechas del 21 de marzo de 1843 – 21 de marzo de 1844
y, tras fracasar, volvió a
proponer
el año de 1845.
2. Charles Tazze Rusell. Testigos de
Jehová. 1914. 1975
3. Y muchos otros.
Ya que no sabemos cuándo sucederá, es
importantísimo que cada día estemos listos para el encuentro con nuestro Dios
(Amos 4:12).
Conclusión.
Las cosas ocultas de Dios han sido reveladas
para que creamos en Él. Por lo tanto debemos conformarnos con lo que está
escrito y obedecerlo (1 Corintios 4:6).
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