(MATEO 7:20) -29 Oct.
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INTRODUCCIÓN.
Una de las frases más populares en la escritura, pero además, útiles,
fue dicha por Jesús. Es posible conocer a las personas a través de sus frutos.
Pero hablando de frutos, ¿a qué nos referimos? Dios conoce los corazones
(HECHOS 15:8) y el hombre no ve lo que mira Dios (1 SAMUEL 16:7). ¿Cuáles son
las cosas que el hombre puede ver para conocer el corazón del hombre?
LAS ACCIONES
Cuando hablamos de acciones, nos referimos específicamente de las cosas
que hace una persona, de los hábitos, costumbres, etc. Las cosas que el hombre
hace, son cosas que piensa y maquina en su corazón (MIQUEAS 2:1).
No he encontrado un versículo que condene el pensamiento del hombre;
pero Dios condena ejecutar los malos pensamientos (SANTIAGO 1:15). Incluso
aquellos pensamientos que tienen que ver con la intención de ejecutar una mala
acción (MATEO 5:28).
Uno puede saber que hay pensamientos malos en el corazón de un hombre,
sí ejecuta malas acciones. Lo contrario es exactamente lo mismo.
LA CONDUCTA
Por conducta nos referimos a la manera de reaccionar de un individuo, su
personalidad, la forma en que se adapta al medio, lo que él es (PROVERBIOS
23:7).
La conducta es nuestro sello de identidad (PROVERBIOS 20:11). Todos
reaccionamos de muy distintas maneras a un mismo estímulo o suceso, pero eso se
debe precisamente a la manera en que pensamos y concebimos el mundo; Pablo, por
ejemplo, persiguió a la iglesia porque pensaba que se oponían a Dios (GÁLATAS
1:13, 14).
LAS PALABRAS
Probablemente la palabra es una de las cosas más difíciles de controlar
(SANTIAGO 3:8); la lengua descubre nuestro interior, las cosas buenas y malas (LUCAS
6:45).
Aun cuando aparentemente “no quisimos decir” alguna cosa, es en realidad
nuestro corazón el que habla; nuestro ser. Incluso si alguien miente, habla de
sí mismo, pues él miente a su manera.
LO QUE NO HACEMOS
Aún aquellas cosas que “olvidamos”, “evitamos” o “no nos gusta hacer”,
hablan de nosotros; en términos muy generales, aquello que no hacemos, se nos
es considerado pecado (SANTIAGO 4:17).
LO QUE PENSAMOS
Cada uno piensa, lo que quiere pensar; así que en realidad muchas veces
pensamos de otros, lo que somos en realidad. En la mente rige la ley del talión
(ÉXODO 21:24).
CONCLUSIÓN.
Sabiendo identificar los frutos, podemos conocer realmente a las
personas. En la iglesia, es una aplicación muy práctica, nos ayuda a conocer a
los arrepentidos, a los sinceros, a los rebeldes, etc. Sin dejar de recordar
que incluso lo que pensamos dice mucho de nuestras propias intenciones.
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