Para justificar sus prácticas, los
hermanos liberales, han torcido pasajes muy sencillos y han puesto en ellos
palabras que no existen. Ellos abogan por el uso de ofrendas para los santos y
también para los incrédulos. Hacen uso incorrecto de las ofrendas basándose en
algunos pasajes como:
Gálatas 6:10. Hacer bien a todos.
Argumento: los hermanos liberales ven en este pasaje una ordenanza para la
iglesia, hacer bien a todo el mundo, incluidos los incrédulos, con el dinero de
las ofrendas.
Refutación: lo que ellos ven en este pasaje no existe. En este texto no se está
hablando de las ofrendas. Hay otros pasajes que se encargan de explicar el uso
correcto de las ofrendas, pero en Gálatas ni siquiera se menciona el
mandamiento de ofrendar. El otro error en su argumentación es que el deber de
ayudar corresponde a individuos, no a la iglesia. Desde el verso 1 hay
mandamientos para individuos no para la iglesia local.
2 Corintios 9:13. Para ellos y para todos.
Argumento: insisten, los liberales, en que la ofrenda es para incrédulos. Cuando
hubo necesidad en Jerusalén Pablo fue recolectando fondos y, según lo que leen
en este pasaje, la ofrenda se usó para incrédulos.
Refutación: el error es evidente cuando consideramos que Pablo, desde que solicitó
las ofrendas de otras iglesias, especificó quienes serían los usuarios: los
santos (1 Corintios 16:1; 2 Corintios 8:4; 9:1, 12). Si Pablo hubiera usado el
dinero para incrédulos habría malversado los fondos. Cuando el pasaje dice
"para ellos" se refiere a los cristianos necesitados en Jerusalén, y
cuando dice "para todos" se refiere a los cristianos necesitados en
todo el mundo. Y así debe ser, la ofrenda debe suplir las necesidades de todos
los santos.
2 Corintios 9:12. Lo que a los santos falta.
Argumento: los hermanos liberales leen en este pasaje una ampliación al uso de las
ofrendas, pues no solamente debe suplir las necesidades de los santos, sino
también las de los incrédulos.
Refutación: pero otra vez se equivocan usando un pasaje que no tiene nada que ver
con sus doctrinas equivocadas. Las ofrendas, al cumplir su propósito, no
solamente suplen las necesidades, sino que los hermanos necesitados darán
gloria a Dios y abundarán las oraciones.
Si la Biblia dice que las ofrendas son
para los santos debemos conformarnos con el mandamiento. Los liberales usan
otros argumentos, de razonamientos humanos; pero, si Dios especifica algo, no
debemos cambiarlo. Cuando Dios mandó a Moisés que comieran la Pascua, fue muy
claro: ningún extranjero podía comerla (Éxodo 12:43). Ningún razonamiento
humano puede cambiar los mandamientos de Dios. Lo mismo sucede con las
ofrendas, Dios, al decir para quién es: “la
ofrenda para los santos” (1 Corintios 16:1), excluye a los incrédulos.
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