Introducción
A. Durante su ministerio, Jesús desafió a sus discípulos a dar...
a. Así lo registra Lucas (Lucas 6:38; cf. 12:13-34).
b. Así lo dijo Pablo (Hechos 20:33-35).
B. En sus epístolas, Pablo mandó a los cristianos a dar...
a. Ofrendar cada semana para las necesidades de los santos (1 Corintios 16:1-2).
b. Trabajar para compartir con el que tiene necesidad (Efesios 4:28).
c. Ser ricos en buenas obras, dadivosos, generosos (1 Timoteo 6:17-19).
d. Hacer el bien y compartir (Hebreos 13:16).
C. Una pregunta común es ¿cuánto debería dar?...
a. La ley de Moisés era muy explícita (el diezmo mandado a Israel).
b. El Nuevo Pacto no es explícito (los cristianos no están mandados a diezmar).
[Aun así tenemos indicaciones sobre cómo dar. Primero consideremos que tenemos...]
1. Ejemplos para inspirarnos
A. Del Antiguo Testamento...
a. Abraham dio diezmo a Melquisedec (Génesis 14:20).
b. Jacob prometió dar diezmo a Dios si regresaba a salvo (Génesis 28:20-22).
c. Israel dio voluntariamente para el tabernáculo (Éxodo 35:4-5, 21, 29; 36:5-7).
d. David e Israel dieron voluntariamente para el templo (1 Crónicas 29:3, 9-15).
e. Israel diezmó a Dios...
i. Un diezmo para los levitas (quienes a su vez dieron diezmo a los sacerdotes, Números 18:21-28).
ii. Un diezmo para las fiestas (Deuteronomio 12:5-18).
iii. Un diezmo cada tres años para los pobres (Deuteronomio 14:28-29).
f. Instrucciones sobre la tierra para Israel...
i. Dejar la cosecha del séptimo año para los pobres (Éxodo 23:10-11).
ii. Permitir que la gente sacie su hambre (Deuteronomio 23:24-25; cf. Lucas 6:1).
iii. Dejar frutos para el pobre (Levítico 19:9-10; Deuteronomio 24:19-22).
g. La remisión: Perdonar las deudas cada siete años (Deuteronomio 15:1-4).
-- El Antiguo Testamento provee una rica historia de generosidad de Israel, aunque algunos no dieron como deberían (cf. Malaquías 3:8-10).
B. Del Nuevo Testamento...
a. Zaqueo, dio la mitad de sus bienes a los pobres (Lucas 19:8).
b. La viuda y sus dos blancas (Lucas 21:1-4).
c. El diezmo meticuloso de los fariseos (Mateo 23:23).
d. Los cristianos en Jerusalén (Hechos 2:44-45; 4:34-35).
e. Bernabé, quien vendió una heredad (Hechos 4:34-37).
f. Los discípulos en Antioquía (Hechos 11:27-30).
g. La iglesia en Macedonia y Acaya (Romanos 15:25-26; 1 Corintios 8:1-5).
h. Los hermanos en Filipos que ayudaron a Pablo (Filipenses 1:3-5; 4:14-18).
-- El Nuevo Testamento nos provee de una rica historia para dar, el ejemplo más grande es el regalo de Cristo (Juan 3:16; 2 Corintios 8:9).
[Con tales ejemplos para inspirarnos, deberíamos tener el deseo de dar. Pero otra vez preguntamos, ¿cuánto debería dar? En lugar de fijar un porcentaje (como el diezmo), en el Nuevo Testamento tenemos...]
2. Principios para guiarnos
A. Como hayamos prosperado...
a. Pablo ordenó ofrendar según prosperamos (1 Corintios 16:1-2).
b. Instruyó dar de acuerdo a lo que tenemos (2 Corintios 8:12-13).
-- Nuestra contribución debería ser de acuerdo a nuestro nivel de prosperidad.
B. Tratar de abundar...
a. Pablo pidió que abundemos en la gracia de dar (2 Corintios 8:7).
b. Con la ayuda de Dios podemos abundar en buenas obras (2 Corintios 9:8-10).
c. Jesús nos pide que superemos la justicia de los fariseos (recuerde su meticuloso diezmo, Mateo 5:20; cf. Mateo 23:23).
-- Si los fariseos dieron diezmos (hasta 20-30%), ¿será que los superamos dando menos del diez por ciento?
C. Dar voluntariamente...
a. Debe haber voluntad a la hora de dar (2 Corintios 8:12).
b. No debemos dar con tristeza o por necesidad (2 Corintios 9:5, 7).
-- Debemos dar porque queremos, no porque tenemos que hacerlo.
D. Buscar la igualdad...
a. Pablo no esperaba que otros prosperen a nuestras expensas (2 Corintios 8:13).
b. Sino que nuestra abundancia supla la carencia de otros (2 Corintios 8:14).
c. Caminando en dirección a la igualdad entre hermanos (2 Corintios 8:14-15).
-- Deberíamos dar con el propósito de engrandecer al menor (tanto individual como congregación).
E. Sembrar generosamente...
a. Otra vez, nuestra contribución debería buscar la abundancia (2 Corintios 8:7).
b. Si siembra generosamente, segará generosamente (2 Corintios 9:6).
c. No para obtener un beneficio personal, sino para abundar todavía más en buenas obras (2 Corintios 9:8-10).
-- Trate de dar generosamente para que pueda dar todavía más.
F. Como propuso...
a. Cada uno debe dar como propuso en su corazón (2 Corintios 9:7).
b. Esto es, planear cuidadosa e intencionalmente, no de último momento.
-- Haga su presupuesto para dar a propósito y voluntariamente (vea abajo).
G. Con alegría...
a. Dios ama al dador alegre (2 Corintios 9:7).
b. No debemos dar con tristeza o por obligación.
-- Si no podemos dar con alegría, entonces nuestra ofrenda no será agradable a Dios.
[Estos principios son las instrucciones dadas a los cristianos para determinar su ofrenda. Son más que adecuados para guiarnos a dar como deberíamos. Pero en el espíritu de Hebreos 10:24 tenemos algunas...]
3. Sugerencias para estimularnos
A. Muchos sugieren un diez por ciento como mínimo...
a. Esto se sugiere como cantidad mínima.
i. Aunque los fariseos dieron 20-30 por ciento a Dios y al pobre.
ii. Pablo usó el ejemplo del sacrificio para motivar a los corintios a dar (2 Corintios 8:1-9).
b. ¿Qué pasaría si sacáramos estadísticas?
i. ¿Qué porcentaje ofrendamos en promedio por miembro?
ii. ¿Ese porcentaje ha incrementado o disminuido con los años?
iii. ¿Damos más cuando ganamos más o cuando ganamos menos?
-- Tenemos tanto por lo cual estar agradecidos. ¿Deberíamos dar menos de lo que dieron los hombres de Dios en el pasado?
B. El presupuesto de nuestra ofrenda...
a. Debemos dar como propusimos en el corazón (2 Corintios 9:7).
b. Planear nuestro presupuesto según prosperamos...
i. Incluye dar un lugar especial a la ofrenda en nuestro presupuesto.
ii. Seguir el principio de dar a Dios los primeros frutos, calcular nuestra ofrenda antes de los gastos, no de lo que queda después de haber pagado deudas, impuestos, gastos (Proverbios 3:9).
c. El presupuesto no sólo debe incluir la ofrenda a la iglesia, sino también las buenas obras a otros (Gálatas 6:10).
i. Por ejemplo, 8 por ciento a la iglesia.
ii. Por ejemplo, 2 por ciento para ayudar a otros.
-- Dar alegremente es fácil si ya tenemos apartado lo que vamos a dar.
C. Tratar de abundar en la gracia de dar...
a. Si sembramos generosamente, cosechamos generosamente (2 Corintios 9:6).
b. Dios quiere multiplicar la semilla que sembramos y los frutos de nuestra justicia, para que abundemos en toda buena obra (2 Corintios 9:8-10).
i. P. Ejem. 10% de la quincena, 15% de los bonos, 20% del aguinaldo.
ii. O aumentar el porcentaje general de nuestra ofrenda en 1% cada año.
c. Cuando somos enriquecidos en toda liberalidad, produce muchas acciones de gracias a Dios de los beneficiados por nuestra ofrenda (2 Corintios 9:11-14).
-- Deberíamos tratar de abundar en la ofrenda, para aumentar las acciones de gracias y gloria a Dios de los que ven el trabajo de la gracia de Dios en nuestra vida.
Conclusión
A. No es fácil responder ¿cuánto debería dar?...
a. No hay un porcentaje dado a los cristianos en el Nuevo Testamento.
b. En realidad es algo entre usted y Dios.
B. Pero vimos en esta lección...
a. Ejemplos para inspirarnos.
b. Principios para guiarnos.
c. Sugerencias para estimularnos.
C. Recuerde el consejo de Dios...
a. Dar, no para ser visto, sino para gloria del Padre (Mateo 5:16; 6:1-4).
b. Dar, no para ganar la salvación, sino para atesorar en el cielo (Tito 3:4-7; 1 Timoteo 6:17-19; Mateo 6:19-20).
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