domingo, 1 de junio de 2014

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA DE CRISTO LIBERAL

Se recomienda al estudiante interesado leer las obras: "El Censo Religioso de 1936", "La Presente Controversia En La Hermandad", "Principio De La Obra En México" (obras del hermano Bill H. Reeves disponibles en su sitio web) y "Una Pequeña Historia De Los Avances De La Obra En El Estado De Chiapas, México" (del hermano Delfino Urbina disponible si se la piden a él).

     Brevemente abordaré algunos eventos que definieron el surgimiento del liberalismo.

La sociedad misionera de 1849.
     Este evento fue una aproximación al liberalismo como lo conocemos hoy en día.

     Se estaba consumando el mal llamado Movimiento de Restauración. Consistió en un largo proceso por el cual predicadores de diversas sectas abandonaron sus prácticas antibíblicas para observar fielmente la doctrina de Cristo, el movimiento fue dirigido por Barton W. Stone, Thomas Campbell y su hijo Alejandro. El principal lema que los guiaba era: "hablar donde las Escrituras hablan y callar donde ellas callan".

     Hay cristianos hoy en día que creen que la iglesia de Cristo desapareció varios siglos y fue "restaurada" con este movimiento. Yo creo que esto es una falsedad, la iglesia nunca podría desaparecer porque esa fue la promesa de Cristo (Mateo 16:18).

     Otros aseguran que la iglesia de Cristo no existía en el continente Americano hasta el Movimiento de Restauración. Pero hay hermanos que han mostrado evidencias de que había iglesias en Kentucky y Alabama antes de los Campbell y Stone.

     Los sectarios que se convirtieron en cristianos amaban el evangelio y deseaban predicarlo a todo el mundo. Alejandro Campbell creía que esto sería posible, solamente, si las iglesias locales se organizaban para formar una sociedad misionera que enviara predicadores a todo el mundo. Esto sería una realidad si se designaba una sociedad que se encargara de buscar predicadores y recibir donativos para organizar las actividades. Muchos no vieron el peligro de tal organización y defendían su postura con el argumento de que Dios había mandado predicar el evangelio a todo el mundo, pero no dijo cómo, así que eran libres de elegir el método o las técnicas.

     Y es cierto, Dios no especificó los medios o tácticas para hacerlo. Pero la sociedad misionera los alejaba del lema que los guiaba en el principio. El punto no era si la Biblia manda predicar el evangelio a todo el mundo, sino quién debía hacerlo: ¿las iglesias locales o una institución humana?

     La sociedad misionera estaba dirigida por Alejandro Campbell, quien pensaban que solamente a través de la sociedad podrían cumplir con el mandamiento de predicar a todo el mundo. Sin embargo estaban en error, habían sido engañados por la apostasía. Dios no nos manda a hacer cosas que no podemos. Las iglesias predican de acuerdo a su capacidad. Si hay una iglesia de 15 miembros en la zona selva de Chiapas que no puede enviar predicadores al norte de la India, no está pecando o incumpliendo el mandamiento de Dios. No tiene que enviar dinero de sus ofrendas para que Dios lo tome en cuenta como parte de su evangelización.

     La necesidad de una sociedad misionera existía únicamente en la imaginación de aquellos cristianos. Dios diseñó a la iglesia de tal manera que se cumplieran sus planes, Él no necesita que le ayudemos inventando tácticas de evangelización. La división de la iglesia de Cristo era inevitable, surgió una denominación que se autonombró la Iglesia Cristiana, también llamados los "Discípulos de Cristo". La nueva organización abandonó muchas enseñanzas bíblicas y dejó de ser la iglesia de Cristo al constituirse una denominación.


La iglesia patrocinadora de 1950.
     Un siglo después, el liberalismo continuó su expansión y, una vez más, se introdujo entre la hermandad. En estos años sucedieron dos cosas que marcaron el rumbo del liberalismo como lo conocemos hoy en día.

     Por un lado, a nivel social, la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin y muchos cristianos que habían servido a los Estados Unidos, como soldados en otros países, regresaban a casa ansiosos de llevar el evangelio a las almas perdidas de los lugares más remotos del mundo.

     Esto llevó a las iglesias al siguiente suceso, ya que la sociedad misionera no tenía el apoyo de la hermandad, se propuso elegir a una iglesia del país para que dirigiera el envío de predicadores a otros países y, para poder sufragar los gastos, otras iglesias enviarían parte de sus ofrendas para que los ancianos las administrasen.

     A esta iglesia se le llamó "patrocinadora" porque auspiciaría los gastos de evangelización. El argumento ahora fue: la predicación a todo el mundo es una necesidad de la iglesia que se reúne en "x" lugar, por lo tanto otras iglesias pueden enviar sus ofrendas para las necesidades de los santos. Sin embargo el error era el mismo que el de cien años atrás.

     El otro error que se originó de esta situación, de hermanos que estuvieron en países de escasos recursos y en guerra, fue que ellos intentaron promover que las iglesias enviarán fondos para estableces orfanatos para los hijos de las víctimas que la guerra había dejado. Más tarde fueron hospitales y asilos.

     Después de la creciente controversia y auge que encontró el liberalismo, algunos creyeron que era necesario tener colegios donde se formaran predicadores que pudieran ser enviados a otros países. Es cierto que antes de estos colegios, sostenidos por iglesias, había otros que estaban ligados al cristianismo, sin embargo eran negocios privados de cristianos.

     Si algún hermano que tiene la capacidad económica y documentación requerida, puede fundar una universidad y nombrarla "universidad cristiana de Chiapas", donde se enseñen diferentes profesiones y, si el cristiano dueño de la universidad quiere, dar cursos de predicación, no hay ningún problema. Es su dinero. Es un negocio. Sin embargo el liberalismo comenzó a promover la centralización de las ofrendas para establecer escuelas de predicación. Otra vez fue una táctica inventada por hombres.

     En México sucedió así. Antes de 1950 el hermano Bill H. Reeves y Wayne Partain vinieron con el objetivo de entregar sus vidas a la predicación del evangelio en los países hispanos. Sin embargo, al no poder obtener pasaporte para “ejercer el ministerio”, decidieron volver a Texas y predicar en la frontera. En ese tiempo tenían buena relación con el hermano Pedro Rivas, de Torreón quien, teniendo la documentación, deseaba fundar una universidad particular. Los hermanos Bill y Wayne le ayudaron buscando cristianos, en Estados Unidos, interesados en el proyecto. Consiguieron cierta cantidad pero la falta de interés en el negocio canceló los planes. La mesa directiva, de la universidad en desarrollo, acordó donar el dinero para la construcción de la segunda planta del local donde se reunía la iglesia en Torreón. No queriendo abandonar sus planes, el hermano Pedro Rivas, comenzó a invitar a jóvenes deseosos de ser predicadores a que tomaran clases. No fue sorpresa que se sintiera atraído por las innovaciones del liberalismo, a pesar de los intentos de los hermanos Bill y Wayne de hacerlo volver del error, el hermano vio su sueño cristalizado en el dinero de las iglesias locales.


     El evangelio llegó hasta Chiapas, donde también se fundó un colegio para predicadores en San Cristóbal de las Casas, dirigido por el hermano Luis Rangel y otros predicadores. El resto de la historia es la llegada de la verdad y el abandono de prácticas liberales y la presente división en el estado. Es cierto que en el liberalismo se mueve mucho dinero y se sostiene a muchos predicadores y por esa razón no quieren abandonar esas prácticas. Hoy en día, en esta ciudad, hay varias iglesias liberales con las cuales no podemos tener comunión por los puntos que nos dividen, aunque hay miembros de estas iglesias que los ignoran, nosotros debemos tener consideración de ellos para no dejarnos engañar por el liberalismo que ya existe y el que pueda seducirnos en el futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario