EL PROPÓSITO DE LA MUERTE

-29 abr. 08-

Introducción.

A. Regularmente es común hablar de cómo se introdujo la muerte en el mundo, todos sabemos por qué morimos (Rom.5.12).

B. Pero muy pocas veces hemos pensando en el propósito u objetivo final que la muerte pudiera tener.

C. La muerte, mueve al mundo, todo lo hacemos pensando en que vamos a morir, incluso en que algún día estaremos frente a la presencia de Dios, pero ¿para qué morimos?

I.- Para mantener un equilibrio en el mundo.

Tal equilibrio será dado por dos situaciones concretas.

A. Número de personas en el mundo. ¡Qué pasaría si nadie muriera!, ¡dónde cabría tanta gente! Pero al principio el plan de Dios no fue así (Gen.1.28). Cuando Adán y Eva podían comer del árbol que daba la vida, aún cuando llenar la tierra se limita a señorear la tierra, y que se cree que en el principio lo que Dios llamó tierra era más grande que ahora, y los mares más pequeños.

B. El pecado del mundo. Después de que Adán y Eva pecan, Dios les castiga con la muerte (física y espiritual). De esa manera los hombres pecadores serían raidos de la faz de la tierra (Gén.6.7). Así lo hizo en otras ocasiones (Gen.19.13, 14). Y muchas ocasiones más.

II.- Para dar un pago.

A. Además de que la muerte sirve para erradicar al pecador, se podría pensar, ¿qué pasa con aquellos que no practican el pecado?, ¿funciona en ellos el propósito de la muerte? La respuesta es sí, el propósito de la muerte sí funciona en ellos, solamente que existe un propósito más (Apc.14.13).

B. Comúnmente se oye decir: “descanse en paz”, pero éste propósito solamente servirá en aquellos que han dedicado su vida a Cristo (Fil.1.21-23).

C. No todos descansan cuando mueren, ya que después de la muerte, sí hay vida y muchos no logran descansar (Luc.16.22, 23), otros mueren para sufrir como pago por su pecado (Rom.6.23).

III.- Para que busquemos a Dios.

A. Toda la palabra de Dios es verdad (Jn.17.17), y la muerte sirve para que toda la palabra tenga su pleno cumplimiento, y aún cuando esto podría parecer más una razón y no un propósito te la muerte, no es posible dejar de pensar en que la palabra de Dios se cumple.

B. Ahora bien, tenemos que recordar que la muerte es un mandamiento de Dios que se cumple en todas las personas (Gén.3.22), desde el día en que Adán y Eva comen del árbol que traía la muerte, hasta el día de hoy todos morimos porque pecamos.

C. Dios ha decidido dar muerte a todos (Hc.17.26; Hb.9.27), aún cuando algunos viven más y otros menos (Sal.90.10), la muerte ha de servir para recordarnos que la palabra de Dios, efectivamente se cumple, y por ello tenemos que buscarlos (Hc.17.27).

Conclusión.

A. La muerte es algo normal y totalmente necesario.

B. Algún día tendremos que morir, pero se cumplirán realmente en usted los propósitos que hemos mencionado.