Introducción
- Algunas iglesias locales tienen dificultades al momento de poner en práctica el mandamiento de la disciplina en la congregación. Estas dificultades varían: desde negar que la Biblia la ordene hasta el extremo de prohibir cualquier tipo de interacción de los miembros con el individuo excomulgado: saludarlo, llamarle hermano, comer con él o hacer negocios con él. Por este motivo es importante que la iglesia escudriñe seriamente lo que la Escritura enseña acerca de la disciplina.
- En este estudio se tomarán varios aspectos que componen el mandamiento para rescatar lo que la Escritura dice y despejar las dudas y opiniones respecto a este mandamiento.
El término disciplina significa: 1) enseñar un arte o profesión a alguien; 2) imponer disciplina a los miembros de un grupo de personas. Es decir, incluye dos momentos:
- Disciplina instructiva. Corresponde al momento en que se enseñan las reglas, normas o mandamientos que el cristiano debe cumplir. Por ejemplo, Pablo mandó a Tito que enseñara a los distintos grupos de la iglesia (Tito 2:1-12); la Biblia también manda que los padres instruyan a sus hijos (Proverbios 22:16), dicho de otra manera, que los disciplinen.
- Disciplina correctiva. Es el momento en que se corrige o “castiga” la desobediencia a los mandamientos de Dios. Pueden existir diferentes métodos de corrección:
- Amonestación. Es un mandamiento amonestar a los indisciplinados (1 Tesalonicenses 5:14).
- Limitar los privilegios. La iglesia tiene esta facultad si un miembro llega tarde, falta ocasionalmente o si quiere mantener sus reservas respecto a un pecador recientemente arrepentido.
- Evitar la comunión. Este paso sigue a la amonestación repetida (Tito 3:10; 2 Tesalonicenses 3:14, 15; 1 Corintios 5:4-12). Para evitar la comunión hay que saber lo que significa tener comunión:
- Andar juntos (Amós 3:3; 1 Corintios 5:9). Es decir, caminar, viajar, participar, compartir un mismo propósito.
- Comer o beber. En el relato de la mujer samaritana leemos que Jesús le pidió agua del pozo (Juan 4:5-7). Pero la mujer se negó porque el compartir agua era una señal de trato, relación o acuerdo, el cual no había entre judíos y samaritanos (v. 9).
- Los cristianos del primer siglo tenían en común todas las cosas (Hechos 2:44-47). Es decir, compartían una misma relación espiritual de tal manera que incluso compartían lo material.
- Cuando se evita la comunión se evita aprobar la condición pecaminosa del individuo que ha sido disciplinado.
- Es un mandamiento que la iglesia la practique con sus miembros.
- Los pasajes de disciplina son ordenados a la iglesia:
- En 1 Corintios 5 se lee “se oye que hay entre vosotros” (v. 1), “y vosotros” (v. 2), “quitado de en medio de vosotros” (v. 2), “reunidos vosotros” (v. 4), “limpiaos” (v. 7), “os he escrito” (v. 7 cf. 1:1, 2), “que no os juntéis” (v. 9, 11), “ni aun comáis” (v. 11), “¿no juzgáis vosotros a los que están dentro?” (v. 12), “quitad a ese perverso de entre vosotros” (v. 13).
- En 2 Tesalonicenses 3 se lee lo siguiente: “que os apartéis” (v. 6), “señaladlo, y no os juntéis con él” (v. 14).
- El corte de comunión solo puede ser ejecutado por la iglesia a un miembro. La Escritura no registra ninguna de las siguientes situaciones:
- Una iglesia que corte comunión con otra iglesia.
- Un miembro que corte comunión con otro miembro.
- Un miembro que corte comunión con una iglesia.
- Por lo tanto, las especificaciones del corte de comunión: señalar, apartarse, quitar y ni aun comer; han sido ordenadas a la iglesia, no a individuos particulares.
- No limita las relaciones de un individuo con otro individuo.
- No limita las relaciones de un empleado con su jefe.
- No limita las relaciones de un hijo con un padre.
- Limita las relaciones de un cristiano con la iglesia.
- El procedimiento.
- En ofensas personales. La Escritura es específica, ya que un miembro no puede cortar comunión con otro, debe buscar a su ofensor y amonestarlo; si no le oye debe llevar a dos o tres testigos; si no los oye debe comunicarlo a la iglesia; si no la oye, la iglesia debe apartarlo (Mateo 18:15-17). La decisión armoniosa de la iglesia será agradable a Dios (v. 18, 19).
- En pecados públicos. Debe amonestarse repetidamente al pecador, por ejemplo a quien causa divisiones, y si no se arrepiente debe ser apartado (Tito 3:10; Romanos 16:17).
- Los propósitos:
- Que el pecador se arrepienta (1 Corintios 5:10). El objetivo que se busca no es humillar o herir los sentimientos del pecador, sino que en la soledad de su pecado, sin la ayuda de Dios y en la perdición de su concupiscencia; reflexione sobre su condición y venga al arrepentimiento.
- Mantener la santidad de la iglesia (1 Corintios 5:7, 8).
III. La aplicación en la práctica
- Cuando un individuo es disciplinado, ya no tiene comunión con la iglesia:
- Se pierde una relación espiritual (1 Corintios 5:9-11).
- Se pierde una relación fraternal (Mateo 12:50).
- Se pierde una esperanza que se tenía en común (Efesios 4:4).
- Por lo tanto:
- No se puede compartir lo espiritual: adoración, evangelización, membresía, convivencia.
- La expresión: “ni aun comáis”; no hace referencia a los alimentos sino a la relación:
- Si debemos evitar comer con un individuo fuera de comunión (1 Corintios 5:11), entonces también tenemos prohibido recibir en casa, decir “bienvenido” o, como dice la Biblia de las Américas, saludar a cualquiera que se haya extraviado de la doctrina (2 Juan 1:9-11).
- Debemos entender la configuración metonímica. Esta forma literaria desplaza el acento del mensaje a otra parte que guarda cierta relación, por ejemplo la expresión: “me tomé toda la jarra”; desplaza el acento del contenido al recipiente.
- Más que compartir un alimento, lo que se debe evitar es que la iglesia tenga una relación de hermanos en Cristo con el pecador.
- Más que saludar o recibir en casa, lo que se debe evitar es predicar bajo el mismo techo en asociación con un falso maestro (2 Juan 1:7-9).
- La comida puede ser entendida como una manifestación de aprobación o acuerdo con la conducta o condición espiritual de una persona (Hechos 16:15). Pero también hay comidas en las cuales es evidente que la intención no es aprobar la condición pecaminosa (Mateo 9:11; 1 Corintios 10:27).
- La iglesia debe evitar cualquier tipo de asociación espiritual con el pecador, ni siquiera compartir las bendiciones materiales.
- Un individuo puede comer con otro que fue excomulgado, pero el cristiano espiritual no perderá la oportunidad de reprenderlo y expresar franca y abiertamente su desacuerdo y rechazo al pecado.
La disciplina quizá no sea causa de gozo, aunque sus efectos pueden traer felicidad a la hermandad (Hebreos 12:11).
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