(Salmo 86)
Introducción
A. Dios ha prometido muchas bendiciones.B. Pero no podemos cruzar los brazos y esperar a que lleguen solas.
1. Para que guarde nuestras almas
A. Debemos ser piadosos (v. 2).B. Debemos buscar la santidad para que Dios conserve nuestras almas en pureza (1 Tesalonicenses 5:22-23).
2. Para ser salvos
A. Debemos confiar en él (v. 2).B. Debemos confiar en que Dios puede salvarnos para recibir sus recompensas (Hebreos 11:6).
3. Para recibir misericordia
A. Debemos clamar a él (v. 3).B. Debemos orar con insistencia para alcanzar la misericordia (Mateo 7:7-8).
4. Para recibir alegría
A. Debemos entregarle nuestras almas (v. 4).B. Debemos aprender a contentarnos con las cosas que Dios nos da y aprender a ser felices adorándole (Filipenses 4:11-13).
Conclusión
A. Todos queremos gozar de las bendiciones de Dios.B. Pero, ¿cuántos estamos dispuestos a hacer algo para recibirlas?
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