RESPONDIENDO DE LA MEJOR MANERA

-25 abr. 08-

Introducción.

A. Una de las cosas que día con día nos preocupan y sin embargo no nos ocupan, es la manera en que respondemos a los demás.

B. Necesitamos pensar en nuestra manera de responder, una buena respuesta puede traer muchos beneficios.

C. Como cristianos debemos tener mucho cuidado con nuestra manera de hablar, ya que ésta nos identifica, nos compromete o nos libra.

I.- Es aquella que se medita.

A. Las respuestas de todo individuo deben de ser meditadas (Aplicar con profunda atención el pensamiento a la consideración de algo. RAE). Mayormente cuando hemos pensado en cosas malas (Prov.30.32).

B. Nosotros debemos tener cuidado con las respuestas, debemos pensarlas porque uno habla de lo que hay en el corazón (Lc.6.45). Y lo que contamina finalmente al hombre es lo que sale por nuestra boca del mal corazón (Mt.15.18).

C. Si pensamos profundamente en nuestras respuestas (aun cuando hemos pensado en decir o hacer algo malo), para dar una buena respuesta, Dios lo sabrá y tendremos su ayuda (Sal.139.4). Pero si solamente estamos pensando en hacer el mal, antes de que salgan las cosas malas ya hemos sido condenados.

II.- Es aquella que es blanda.

A. Uno necesita cuidar de éste aspecto, la blanda respuesta es la mejor, porque evita conflictos y discusiones (Prov.15.1), pero muchos de nosotros parece que vivimos para provocarnos.

B. La respuesta blanda es aquella que cuida de varios aspectos: (1) es adornada (no vulgar, v.2); (2) es dulce, tranquila, agradable (v.4); (3) esparce sabiduría (v.7).

C. La palabra blanda es como el agua para el fuego, así que tratemos de no responder con las mismas palabras malas con que a veces se nos ataca (1Ped.3.9).

III.- Es el silencio.

A. Aunque parece extraño, el silencio a veces es la mejor respuesta (Prov.17.28). “Culturas colectivistas asiáticas, donde el silencio es una forma de expresión de la armonía familiar y social.” [Kirmayer, 1987].

B. El silencio es muchas veces la mejor respuesta, ya que incluso la blanda respuesta puede acarrear condenación si la utilizamos en tono de burla, a veces es mejor callar (Prov.27.14).

C. Necesitamos callar si estamos alterados (Sal.37.7), es mejor esperar en silencio (Lam.3.26). La mejor respuesta, es el silencio pues no ahí no hay manera de decir algo malo o que solamente es movido por la emoción (Apc.8.1). Las almas ansiosas por que Dios castigara a los perseguidores, callaron cuando el Señor en juicios parciales los castigaba (Apc.6.10).

Conclusión.

A. Éstas son algunas recomendaciones para evitarnos muchos problemas.

B. Cuidemos mucho nuestra manera de responder, seamos sabios para hablar.

C. Y recuerde que “el hablar es plata y el silencio es oro”.