Hemos estudiado
varias cosas acerca de la iglesia del primer siglo:
1. ¿Cómo obtenemos autoridad para enseñar
mandamientos?
2. ¿Cómo se cumplieron las profecías de su
establecimiento?
3.
¿Cómo fueron los primeros años?
4. ¿Cuál fue el trabajo de los apóstoles?
5. ¿Cómo fue el primer viaje del apóstol
Pablo?
En esta lección…
Vamos a estudiar el
segundo viaje de Pablo. Fue un viaje más extenso. Duró aproximadamente 3 años (49
d. C. al 51 d. C). Entre el primero y segundo viaje:
1.
Pablo
estuvo en Jerusalén y volvió a Antioquía (Hechos 15:1, 2, 35).
2.
Refutaron
la falsa doctrina de los hombres que querían imponer la ley de Moisés a los gentiles (Hechos 15:5, 20).
3.
Los
apóstoles escribieron una carta donde expusieron sus conclusiones (Hechos
15:22-29).
4.
Pablo
y Bernabé, acompañados por Judas y Silas, viajaron de regreso a Antioquía.
Antes de iniciar el segundo viaje Pablo y Bernabé tuvieron un
desacuerdo a causa de Juan Marcos. Éste los abandonó en el primer viaje. Debido
al desacuerdo se separaron (Hechos 15:39-41).
El segundo viaje de predicación del apóstol Pablo se narra en Hechos
16-18:
Derbe, Listra e Iconio. Las iglesias fueron animadas y el número
aumentó (Hechos 16:5). Timoteo era un joven de buen testimonio que se unió al
grupo (v.1-3). Entregaron la carta de
los apóstoles a estas iglesias (v.4).
Frigia y Galicia. Pasaron ahí porque el Espíritu no les
permitió ir con rumbo a Asia (Hechos 16:6). Esto significa que el Espíritu
Santo les guiaba en su viaje.
Misia. Desde aquí intentaron ir a Bitinia Dios les impidió el paso.
Troas. Pablo tuvo una visión (Hechos 16:9, 10). En la visión vio a un varón
macedonio que le rogaba que pasara a Macedonia. Infirió que Dios le llamaba a
éstas regiones. Los hermanos que se oponen a la inferencia no hubieran ido a
predicar a Macedonia.
Viajaron por mar,
rumbo a Samotracia y luego a Neápolis (v.11). Llegaron a Filipos, la primera ciudad de
Macedonia, colonia romana (v.12). En ésta ciudad fue bautizada Lidia y su
familia (v.14, 15).
Hay falsos predicadores que enseñan que es necesario bautizar a los
niños porque Lidia se bautizó con su familia. Según ellos en toda familia hay
niños. Pero ven algo que no está
escrito. La Biblia no manda bautizar niños. Además no todas las familias tienen
niños.
Según ellos no hay registro bíblico de hijos de cristianos que se bautizaran
jóvenes o adultos. Pero no quieren
aceptar la verdad del bautismo:
1.
En
la primer lección estudiamos cómo pervierten el pasaje de Marcos 16:16. Toda
persona que se va a bautizar debe creer. Los niños no tienen la capacidad de
creer el evangelio de Cristo.
2.
Además
el propósito del bautismo es perdonar los pecados (Hechos 2:38; 22:16). Pero los
niños no tienen pecado. No existe tal cosa como el pecado original o heredado
(Ezequiel 18:20). Por lo tanto no tiene sentido bautizar a los niños.
3.
Sí
tenemos ejemplo de una persona que se bautizó a una edad en la que podía creer.
Timoteo conoció las escrituras desde la niñez (2 Timoteo 3:15). Su madre y su
abuela eran cristianas de fe genuina (2 Timoteo 1:5). Pero fue bautizado por
Pablo al inicio de este viaje (1 Timoteo 1:2; 1 Corintios 4:17). Diversos
eruditos del griego concuerdan en que la frase “hijo en la fe” se refiere a
“ser convertido a la fe cristiana por [él]” (Albert Barnes, Notas de la
Biblia).
En Filipos Pablo y Silas fueron encarcelados, azotados y asegurados en
el cepo. Este era un instrumento de tortura. Pero ellos cantaban himnos a Dios
(Hechos 16:23-25). Después un terremoto liberó a los presos. Pablo y Silas
predicaron al carcelero y él se bautizó con toda su familia (v. 29-33).
Hay predicadores fraudulentos. Porque ofrecen la salvación pero sus
seguidores no la tienen. Ellos dicen que es suficiente creer en Cristo para ser
salvos, levantar la mano en señal de fe, tocar la radio o repetir una oración
escrita. Dicen que el bautismo no es importante para la salvación del hombre.
Se apoyan en la conversión del carcelero (Hechos 16:30, 31). Dicen que solo
tuvo que creer para ser salvo. Pero no leen lo que hizo después (v.33). Mostró
su fe al bautizarse.
Siguieron el viaje
hasta Tesalónica. Pasaron por Anfípolis y Apolonia (Hechos 17:1). Ahí se bautizaron gentiles y judíos (v.4). El
evangelio era predicado al mundo entero (v.6). Jesucristo profetizó que el
evangelio sería predicado a todo el mundo (Mateo 24:14) y después vendría el
fin del sistema judío y la destrucción de Jerusalén. En éste pasaje estamos
leyendo el cumplimiento de la profecía.
Berea. Las personas de este lugar eran nobles y algunos se bautizaron
(Hechos 17:14). Sin embargo, judíos incrédulos viajaron desde Tesalónica para
alborotar a la multitud (v.11). Pablo se vio en la necesidad de separarse del
grupo y viajó a otra ciudad. Silas y Timoteo esperaron en Berea (v.14, 15).
Atenas. Pablo estuvo ahí para esperar a sus compañeros. Mientras tanto,
recorría la ciudad y se entristecía por la idolatría (Hechos 17:16). Predicó a
la élite de filósofos y se convirtieron dos personas: Dionisio el areopagita[1]
y Dámaris (v.34). Y entonces se estableció una iglesia.
Corinto. Donde Pablo se juntó con Aquila y Priscila. Juntos trabajaron en lo
material sin descuidar lo espiritual (Hechos 18:1-3). Predicó en las sinagogas
hasta que sus compañeros llegaron (v.4, 5). Se fue a la casa de Justo porque le
prohibieron predicar en la sinagoga. Muchos fueron bautizados (v.7, 8; 1
Corintios 1:14, 15). Pablo permaneció un año y medio con ellos (Hechos 8:11).
Desde ésta ciudad escribió las cartas a los tesalonicenses (1
Tesalonicenses 1:1; 2:1). Por primera vez se registra el mandamiento de la
disciplina (2 Tesalonicenses 3:14, 15). Seguramente en Corinto lo enseñó de
manera personal.
Cencrea. Es probable que durante este viaje se estableció la iglesia en este
lugar (Romanos 16:1).
Después fueron hasta
Éfeso donde:
1. Se quedaron Aquila y Priscila (Hechos
18:19).
2. Pablo predicó los gentiles (v.19-21).
Su labor era
imparable, predicaba en cada ciudad y en cada oportunidad que tenía.
Cesaréa. Hizo una escala aquí. Subió a saludar a la iglesia (Hechos 18:22). Lo
más probable es que se refiera a la iglesia en Jerusalén.
Volivó a Antioquía de Siria (v.22). Podemos
pensar que entregó un informe de su labor como en el primer viaje.
En ésta lección estudiamos
el segundo viaje de Pablo. Durante este tiempo escribió pocas cartas. El gran
valor de éste viaje era que el evangelio se predicaba a todo el mundo:
“Porque partiendo de vosotros
ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino
también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros
no tenemos necesidad de hablar nada”
(1 Tesalonicenses 1:8)
En nuestra siguiente lección vamos a mirar
de cerca el tercer viaje de Pablo…
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