(Prov.30.26) -02 oct.
07-
Introducción.
A. Siguiendo con las lecciones de Salomón
sobre los animales, encontramos a los conejos.
B. Los conejos son animales muy
representativos, interesantes y también tienen muchas lecciones.
I.- Son mansos.
A. Estos animales son utilizados de muchas
formas debido a su gran mansedumbre, aun el aspecto que tienen infunde ternura
y compasión, se utilizan como mascotas, para estudios genéticos, para
experimentos de laboratorio y para consumir su carne o emplear su piel en la
fabricación de prendas de vestir.
B. El cristiano tiene que aprender la
mansedumbre (Num.12.3; Mt.11.29); la mansedumbre implica benignidad, ser suaves
de espíritu. Aprender a resolver los problemas de una manera tranquila (Mt.22.17-20),
Jesús casi siempre resolvía las provocaciones con preguntas para que los
oyentes reflexionaran.
II.- Su hogar.
A. El conejo se adapta a cualquier ambiente
que pueda garantizarle hierba para alimentarse y un terreno en el cual poder
excavar sus madrigueras. Es un animal sobre todo nocturno y social, ya que
viven en grupos en los que se establece una precisa jerarquía.
B. El cristiano debe ser una persona “todo
terreno”, debemos aprender dos cosas de los conejos:
1. Nuestro hogar debe ser en la roca
(Mt.7.24, 25; 1Co.10.4).
2. Debemos adaptarnos al medio en donde
estemos (1Co.10.27; Prov.23.1, 2; Prov.25.17):
a. Nuestras enseñanzas. Jesús es ejemplo.
b. Estando con la iglesia (1Tim.3.15).
III.- Su sistema de alerta.
A. Poseen oído y olfato bien desarrollados,
lo cual permite que se mantengan alertas ante depredadores, además del
tamborileo que funciona como sistema de alarma. En caso de peligro, los conejos
domésticos se avisan unos a otros golpeando el suelo de forma característica
con sus patas traseras.
B. Nosotros debemos aprender a los conejos
estas dos cualidades:
1. Estar siempre alertas (1Ped.5.8).
2. Avisar a los otros cuando están en
peligro (Eze.3.17-21; Hc.20.28).
Conclusión.
A. los conejos tienen lecciones muy
importantes para nosotros.
B. Es necesario que busquemos al igual que
los conejos, un lugar en el cual podamos establecernos, y no hay mejor lugar
que con el Señor.
C. Seamos mansos y dejemos que Dios sea
nuestro pastor y nada nos faltará.
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