Introducción.
A. No te olvides del
pato. Había un pequeño niño visitando a sus abuelos en su granja. El tenia una
resortera (catapulta) con la que jugaba todo el día, practicaba con ella en el
bosque pero nunca daba en el blanco. Estando un poco desilusionado, regresó a
casa para la cena. Al acercarse a casa, divisó al pato mascota de la abuela.
Sin poder contenerse, usó su resortera y le pegó al pato en la cabeza y lo
mato. Estaba triste y espantado, y
todavía en pánico, escondió el cadáver del pato en el bosque. Pero se dio
cuenta que su hermana lo estaba observando. Lucrecia lo había visto todo pero
no dijo nada. Después de comer la abuela dijo, "Lucrecia, acompáñame a
lavar los platos." Pero Lucrecia dijo, "Abuela, Pedro me dijo que hoy
quería ayudarte en la cocina, ¿no es cierto Pedro? Y ella le susurró al oído:
"¿Recuerdas lo del pato?" Entonces, sin decir nada, Pedro lavó los
platos. En otra ocasión el abuelo preguntó a los niños si querían ir de pesca,
y la abuela dijo, "Lo siento pero Lucrecia debe ayudarme a preparar la
comida." Pero Lucrecia con una sonrisa dijo, "Yo si puedo ir, porque Pedro
me dijo que a él le gustaría ayudar." Nuevamente le susurró al oído
"¿Recuerdas lo del pato?" Entonces Lucrecia fue a pescar y Pedro se
quedó. Transcurridos muchos días en que estaba haciendo sus propias tareas y
las de Lucrecia, finalmente él no pudo mas. Fue donde la abuela y confesó que
había matado al pato. Ella se arrodilló, le dio un gran abrazo y le dijo,
"Amorcito, yo ya lo sabia. Estuve parada en la ventana y lo vi todo, pero
porque te amo te perdoné. Lo que me preguntaba era hasta cuando permitirías que
Lucrecia te tenga como esclavo. ¿Hasta cuándo permitirás que tus pecados sin
confesar te mantengan esclavo? Hoy puedes gozar de la gloriosa libertad de los
hijos de Dios.
B. Qué felicidad
incomparable es tener el perdón de Dios, ¿por qué algunos no vienen pronto a él?
I.- Porque estaba
viendo lo que iba a dejar.
A. Cuando Pablo fue
curado de su ceguera, cayeron de sus ojos dos cosas como escamas (Hc.9.18).
Quizá Pablo, aún sorprendido estaba viendo lo que cayó de sus ojos.
B. Muchas personas
aún no se bautizan porque están viendo los residuos de su pecado. Es decir,
muchos aman su ceguera, no quieren quitarse ese velo (2Co.4.4).
C. Muchos están
felices viviendo entre lo que Pablo llamaba basura (Fil.3.8).
II.- Porque estaba
valorando su situación.
A. Además de que
Pablo vio lo que cayó de sus ojos, también vio a Ananías (Hc.22.13). Por un
lado un hombre de Dios, fiel, que sigue la doctrina de Cristo, y por otro se
veía Pablo, con un hombre perseguidor, aguerrido, amado por su pueblo, poderoso
dentro de él (Hc.9.1, 2; Gál.1.14).
B. Seguramente pensó
que su situación no le permitía bautizarse, tendría que ir en contra de lo que
creía, tenía que ir en contra de su pensamiento, en contra de su celo.
C. Igualmente muchos
no quieren bautizarse porque están esperando un mejor momento para hacerlo
(Hc.24.25), esperar que otros lo hagan (Jn.7.48), cuando otros lo aprueben,
etc.
III.- Porque no
estaba viendo lo que vendría.
A. Pablo en ese
momento no pensó en lo que iba a venir, por ello mismo Ananías le dice que él
ha sido escogido por Dios. Que podría tener comunión con Dios (ya no
perseguirlo), que podría verlo.
B. Muchas personas
no han entendido que Dios los ha escogido (1Ped.2.9), muchos entienden la
urgencia del bautismo. Sin Dios el hombre no tiene absolutamente nada
(Efe.2.12). Pero al venir a obediencia, tenemos esperanza, Dios (1Ped.1.3). Un
amor que llegará hasta el cielo (1Co.13.13).
Conclusión.
A. No detenga la
oportunidad de salvación, es hoy y solamente hoy.
0 comentarios:
Publicar un comentario