Introducción
A.
Todas las cosas que Dios hizo
eran buenas (Génesis 1:4, 10, 12, 18, 21, 31).
B.
Pero ¿en verdad todo era bueno?
(Génesis 2:18).
C.
La única cosa que no era buena
era que el hombre estuviera solo. ¿Por qué?
1. A causa del pecado
A.
El apóstol Pablo sabe que la
soledad puede propiciar el pecado (1 Corintios 7:2, 5, 9). Quemarse “con la
flama secreta de la lujuria”[1].
Quemarse también es perturbarse (2 Corintios 11:29).
B.
Para fornicar no se necesita
una mujer (Levíticos 18:23).
C.
Todavía no había pecado en el
Edén (Romanos 5:12 cf. Génesis 3:6). ¡Pero ahora existe!
2. A causa de la
reproducción
A.
Todos los seres vivos podían
reproducirse excepto Adán. Además, Dios creó la ley de la reproducción para las
plantas (Génesis 1:12, 21), para los animales (v. 24), ¿y para el hombre? Dios
creó una mujer para que la humanidad se multiplicara (v. 27, 28).
B.
Ahora bien, ¿puede aplicarse
esta regla a la iglesia? La palabra es la semilla (Mateo 13:4, 19). Según la
palabra/semilla que siembre es el tipo de creyente/planta que crecerá. Los
seres vivientes son los padres. Según el tipo de padre/ser-viviente será el
hijo/cría que nacerá (Efesios 6:4).
C.
La reproducción fue diseñada
para la salvación de las almas. Por eso los ancianos deben tener hijos creyentes
(Tito 1:6).
3. A causa del trabajo
A.
Adán necesitaba una ayuda
idónea para cuidar el Edén (Génesis 2:15, 18, 19).
B.
Dos personas tienen más fuerza
de trabajo que una sola (Eclesiastés 4: 9-12).
C.
Si los matrimonios trabajan en
la obra del Señor, entonces serán ejemplo para muchos creyentes (1 Corintios
9:5; Hechos 18:18, 26; Romanos 16:3; 1 Corintios 16:19).
Conclusión
A.
¿Es malo que el hombre esté
solo? Creo que no. Pero es bueno que esté acompañado de una persona que le va a
ayudar a servir a Dios.
B.
Dios tuvo un propósito al
instituir el matrimonio (Génesis 2:22-25).
C.
¿Y vio Dios que el matrimonio
era bueno?
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