Introducción
A.
¿Cuántas personas lo
seguirían? ¿Cuántos quisieran oírle? ¿Cuántos quisieran tocarle? ¿Cuántos lo
idolatrarían?
B.
Él es el artista por excelencia (Hebreos 12:1-2). ¿Con qué
actitud debemos buscarle?
1. Lo seguiríamos a cualquier parte
A.
La gente venía desde muchos
lugares para escuchar las maravillas de Jesús (v. 7-8).
B.
Escuchar a Jesús es la mejor parte (Lucas 10:38-42).
C.
Debemos acercarnos a escuchar (Eclesiastés 5:1).
2. Nos echaríamos encima de él
A.
Los enfermos
sabían que Jesús podía sanarlos con solo tocarlos (v. 10; Lucas 8:44-46
cf. Hechos 5:15).
B.
Tenemos la esperanza de tocarlo, abrazarlo (Mateo 5:4; Apocalipsis
21:4; 22:3-5).
C.
Debemos sufrir
con él (Gálatas
2:20).
3. Sería nuestro “ídolo”
A.
Los espíritus inmundos se
postraban ante Jesús (v. 11).
B.
Es un
mandamiento
adorarle con toda nuestra vida (Mateo 22:36-37).
C.
Adorar a Dios debe ser el principal objetivo de nuestra vida
(Colosenses 3:17).
Conclusión
A.
Jesús es más
grande que cualquier estrella de rock.
B.
Sus seguidores debemos mostrar siempre la admiración que
sentimos por él.
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