"Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos" -Mateo 23:8-

martes, 15 de julio de 2014

SERMÓN TEMÁTICO

Definición elemental.

Anteriormente hemos hablado sobre los tipos de sermones, entre ellos mencionamos el sermón temático. Este tipo de sermón habla sobre un tema. Quizá una ilustración nos ayude a tener una mejor comprensión de este tipo de sermón.

     Imagine que vamos a un parque temático, es un lugar que utiliza un tema, por ejemplo los dinosaurios. Quizá la entrada del parque esté diseñada con una gran pieza arqueológica que contenga información sobre éstos animales. Al caminar por el parque, podremos encontrar huellas de dinosaurios y aprenderemos, dependiendo del tipo de huella, a identificar diferentes tipos de dinosaurios. Posteriormente encontraremos representaciones gráficas, teatrales, etcétera, de la forma de vida de esta especie extinta. Por último tendremos la oportunidad de tocar algunas réplicas de restos fósiles, huesos, esqueletos, piel, etcétera. A la salida, se nos recordarán las cosas más elementales de nuestro recorrido.

     Lo mismo sucede en el sermón temático: usted elige un tema de su interés y lleva a la audiencia por un recorrido para conocer más sobre ese tema.

Procedimientos para definir el tema.

Se debe recordar, y si no vuelva a leer, el apartado que habla sobre la producción de material. Si usted está lleno de conocimiento, tiene de dónde sacar temas muy interesantes.

     La Biblia habla sobre muchos temas: el plan de salvación, el bautismo, el arrepentimiento, el perdón, la fe, el amor, etcétera. Muchos de estos temas son muy amplios y abarcan muchas cosas. Lo importante es definir claramente los límites del tema. Por ejemplo: se quiere hablar sobre la fe; pero hay que considerar muchos factores: el significado de la palabra, las diferentes acepciones que hace la Biblia, los ejemplos de fe, las implicaciones de la fe, etcétera. Conviene limitar más el tema: La fe de Job. Entonces es posible mencionar algunas características de la fe de Job: no dependía de su condición material, le proveía esperanza, le hacía agradable a Dios. Incluso, si se desea, es posible delimitar aún más el tema: Job agradaba a Dios por su fe. El título sugiere algunas preguntas en la mente de los oyentes: ¿cómo agradaba Job a Dios?, ¿qué función tenía la fe en la vida de Job? Es nuestro deber dar respuesta a esas preguntas: porque se mantenía en santidad, porque ponía su confianza en Dios, porque dependía de Dios y no de sus riquezas, etcétera. Hablando de cómo definir el tema, Eco (2001) aconseja:
Si el estudiante ha trabajado seriamente sobre un tema muy preciso, se encuentra controlando un material desconocido para la mayor parte del tribunal. No estoy sugiriendo un truquito barato; será un truco, pero no barato, puesto que cuesta trabajo. Ocurre simplemente que el aspirante se presenta como <<experto>> frente a un público menos experto que él (p. 28 y 29).

     Delimite su tema, elija exáctamente lo que quiere decir, otros ejemplos:

     1. La Cena del Señor = Los elementos de la Cena del Señor = El símbolo del vino en la Cena del Señor o El símbolo del pan en la Cena del Señor.

     2. La oración = Los elementos de la oración = Las peticiones a Dios en la oración.

     3. La creación = Los seis días de la creación = El sexto día de la creación = La creación de la mujer.

     De usted depende la especificidad del tema. ¿Qué tan preciso quiere ser? ¿Cuánto quiere abarcar del tema? Recuerde que si define con claridad el tema y lo delimita lo más posible, podrá dedicar su tiempo, esfuerzo, buscar diversas fuentes de material, de ese solo punto.

Buscar información.

Una parte elemental, en la elaboración de un sermón temático, es la búsqueda de información. Imagine que necesita sacar agua para dar de beber a la iglesia, usted tiene que ir al pozo y examinar toda el agua, luego saca, lo más importante, en un recipiente (que será el sermón) y lo repartirá.

     1. Buscar todos los textos. Una vez que ha elegido el tema, y lo ha delimitado con claridad, debe buscar pasajes que hablan sobre ese tema. Se puede ayudar de algunas herramientas como: concordancias, diccionarios, fuentes de internet (artículos, sermones, libros, etcétera). Mi sugerencia es que sea paciente, lea cuidadosamente todo el material que haya reunido. Quizá se encontrará con puntos que no son relevantes para su sermón. Siguiendo con un ejemplo anterior: El plan de salvación. Quizá encuentre información irrelevante, para este tema: los diferentes tipos de bautismo que habla la Biblia, el uso de la palabra fe para referirse al evangelio, etcétera. Usted debe seleccionar solamente el material que va a usar. Después de haber leído toda la información, tiene en su mente un pozo lleno de agua, se ha empapado de conocimiento.

     2. Organizar los puntos. Debe recordar lo que hemos estudiado anteriormente sobre el análisis y organización del material. Usted seleccionará los puntos más importantes del tema que ha investigado.

     3. Búsquedas específicas. Con esto me refiero a la investigación específica de un tema. Supongamos que: durante su estudio personal sobre el plan de salvación, le surge una duda: al bautizar a una persona ¿se debe mencionar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo? ¿O basta mencionar solamente el nombre de Jesucristo?

     ¿Cuál debe ser su proceder? ¿Cómo resolver su duda?
        a. Encontrar textos. En primer lugar haga una lista de los pasajes que hacen referencia a este punto, por ejemplo: Mateo 28:29; Hechos 2:38.
        b. Revisar comentarios. Vaya a comentarios de hermanos fieles que puedan arrojar luz sobre este punto y ayudarle a resolver su duda:
Estas palabras no son una fórmula bautismal (no hay tal fórmula); más bien Jesús habla del propósito del bautismo. Tiene que ver con someterse a la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para recibir el perdón de sus pecados y el don del Espíritu Santo (Hech. 2:38). La preposición en traduce la palabra EIS que indica no solamente en, sino poner dentro de o entrar en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Compárese Gál. 3, “27  porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”; somos bautizados para entrar en comunión con Cristo. Rom. 6, “3  ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en (EIS) Cristo Jesús, hemos sido bautizados en (EIS) su muerte?” (es decir, para recibir los beneficios de su muerte); Hech. 2, “38  Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para (EIS) perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. Por lo tanto, al ser bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, uno entra en comunión con los Tres. Dice ATR que el empleo de EIS con ONOMA (nombre) no significa hacia dentro, pero véase Mat. 26:28, notas. La misma expresión para (EIS) perdón de los pecados se encuentra en Mat. 26:28 y en Hech. 2:38. Si el bautismo no es para perdón de pecados (Hech. 2:38), entonces tampoco fue derramada la sangre de Jesús “para remisión de los pecados” (Mat. 26:28). Las palabras griegas son idénticas. Solamente los calvinistas tienen problemas con esto. Los que simplemente aceptan el evangelio sencillo y obvio no tienen problema alguno (Partain, 2000).
[…] por la autoridad de Jesucristo. Cuando Jesús dijo, "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra", inmediatamente ejerció esa potestad diciendo, "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mat. 28:19). Los "Sólo Jesús" que enseñan que Pedro da una "fórmula" para decir al bautizar están muy equivocados. El texto -- y otros semejantes -- no nos dicen qué decir, sino qué hacer. Varios textos en Hechos hablan de bautizar en el nombre de Jesús pero las palabras de cada texto son diferentes a los demás; no hay fórmula (algo que decir al bautizar) en ninguno de ellos (Partain, 1994).

     c. Investigar palabras clave. En este ejemplo muy concreto, podemos investigar el uso de la frase “en el nombre”. El diccionario Strong dice que la palabra nombre viene del griego onoma, que significa nombre, de manera figurada significa autoridad.

        d. Revisar otros textos. Algunos otros pasajes que pueden aclarar el uso de la frase “en el nombre”: 1 Juan 2:12, Santiago 5:10; Colosenses 3:17.

        e. La inferencia necesaria. Ahora que comprende que bautizar “en el nombre de…” no significa mencionar el nombre, sino “con la autoridad de…”; puede hacer una inferencia:
           1) Jesucristo mandó a bautizar “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
           2) Los apóstoles bautizaron “en el nombre de Jesús”.
           3) Por lo tanto ambas frases hacen referencia a la misma cosa, bautizar con autoridad Divina.

        f. Consultar a hermanos de experiencia. Esta opción debe estar presente. Si su estudio individual no le permite resolver sus dudas, consulte a hermanos con más conocimiento.

        g. Obras de consulta para dudas. Algunos hermanos tienen escritos con respuestas a este tipo de cuestionamientos, dos obras recomendables:
            1) Interrogantes y Respuestas de Bill H. Reeves.
            2) Sermones y Artículos de Wayne Partain.


     Es muy importante que usted se dé a la tarea de explorar temas, de exponer cosas que le interesen y cosas que investiga por hábito. Con el paso del tiempo se dará cuenta si éste tipo de temas se le facilita y le hacen sentir cómodo, o quizá se dé cuenta de lo contrario. Bástenos considerar estas cuestiones técnicas en la preparación de un sermón temático.
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