Anteriormente hemos hablado sobre los tipos de sermones,
entre ellos mencionamos el sermón temático. Este tipo de sermón habla sobre un
tema. Quizá una ilustración nos ayude a tener una mejor comprensión de este
tipo de sermón.
Imagine que vamos
a un parque temático, es un lugar que utiliza un tema, por ejemplo los
dinosaurios. Quizá la entrada del parque esté diseñada con una gran pieza
arqueológica que contenga información sobre éstos animales. Al caminar por el
parque, podremos encontrar huellas de dinosaurios y aprenderemos, dependiendo
del tipo de huella, a identificar diferentes tipos de dinosaurios.
Posteriormente encontraremos representaciones gráficas, teatrales, etcétera, de
la forma de vida de esta especie extinta. Por último tendremos la oportunidad
de tocar algunas réplicas de restos fósiles, huesos, esqueletos, piel,
etcétera. A la salida, se nos recordarán las cosas más elementales de nuestro
recorrido.
Lo mismo sucede
en el sermón temático: usted elige un tema de su interés y lleva a la audiencia
por un recorrido para conocer más sobre ese tema.
Se debe recordar, y si no vuelva a leer, el apartado que
habla sobre la producción de material. Si usted está lleno de conocimiento,
tiene de dónde sacar temas muy interesantes.
La Biblia habla
sobre muchos temas: el plan de salvación, el bautismo, el arrepentimiento, el
perdón, la fe, el amor, etcétera. Muchos de estos temas son muy amplios y
abarcan muchas cosas. Lo importante es definir claramente los límites del tema.
Por ejemplo: se quiere hablar sobre la fe; pero hay que considerar muchos
factores: el significado de la palabra, las diferentes acepciones que hace la
Biblia, los ejemplos de fe, las implicaciones de la fe, etcétera. Conviene
limitar más el tema: La fe de Job. Entonces es posible mencionar algunas
características de la fe de Job: no dependía de su condición material, le
proveía esperanza, le hacía agradable a Dios. Incluso, si se desea, es posible
delimitar aún más el tema: Job agradaba a Dios por su fe. El título sugiere
algunas preguntas en la mente de los oyentes: ¿cómo agradaba Job a Dios?, ¿qué
función tenía la fe en la vida de Job? Es nuestro deber dar respuesta a esas
preguntas: porque se mantenía en santidad, porque ponía su confianza en Dios,
porque dependía de Dios y no de sus riquezas, etcétera. Hablando de cómo
definir el tema, Eco (2001) aconseja:
Si el estudiante ha trabajado seriamente
sobre un tema muy preciso, se encuentra controlando un material desconocido
para la mayor parte del tribunal. No estoy sugiriendo un truquito barato; será
un truco, pero no barato, puesto que cuesta trabajo. Ocurre simplemente que el
aspirante se presenta como <<experto>> frente a un público menos
experto que él (p. 28 y 29).
Delimite su tema, elija exáctamente lo que
quiere decir, otros ejemplos:
1. La Cena del Señor = Los elementos de la
Cena del Señor = El símbolo del vino en la Cena del Señor o El símbolo del pan
en la Cena del Señor.
2. La oración = Los elementos de la
oración = Las peticiones a Dios en la oración.
3. La creación = Los seis días de la
creación = El sexto día de la creación = La creación de la mujer.
De usted depende la especificidad del
tema. ¿Qué tan preciso quiere ser? ¿Cuánto quiere abarcar del tema? Recuerde
que si define con claridad el tema y lo delimita lo más posible, podrá dedicar
su tiempo, esfuerzo, buscar diversas fuentes de material, de ese solo punto.
Una parte elemental, en la elaboración de un sermón
temático, es la búsqueda de información. Imagine que necesita sacar agua para
dar de beber a la iglesia, usted tiene que ir al pozo y examinar toda el agua,
luego saca, lo más importante, en un recipiente (que será el sermón) y lo
repartirá.
1. Buscar todos los textos. Una vez que ha
elegido el tema, y lo ha delimitado con claridad, debe buscar pasajes que
hablan sobre ese tema. Se puede ayudar de algunas herramientas como:
concordancias, diccionarios, fuentes de internet (artículos, sermones, libros,
etcétera). Mi sugerencia es que sea paciente, lea cuidadosamente todo el
material que haya reunido. Quizá se encontrará con puntos que no son relevantes
para su sermón. Siguiendo con un ejemplo anterior: El plan de salvación. Quizá
encuentre información irrelevante, para
este tema: los diferentes tipos de bautismo que habla la Biblia, el uso de
la palabra fe para referirse al evangelio, etcétera. Usted debe seleccionar
solamente el material que va a usar. Después de haber leído toda la
información, tiene en su mente un pozo lleno de agua, se ha empapado de
conocimiento.
2. Organizar los puntos. Debe recordar lo
que hemos estudiado anteriormente sobre el análisis y organización del
material. Usted seleccionará los puntos más importantes del tema que ha
investigado.
3. Búsquedas específicas. Con esto me
refiero a la investigación específica de un tema. Supongamos que: durante su
estudio personal sobre el plan de salvación, le surge una duda: al bautizar a
una persona ¿se debe mencionar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo? ¿O basta
mencionar solamente el nombre de Jesucristo?
¿Cuál debe ser su
proceder? ¿Cómo resolver su duda?
a. Encontrar textos. En primer lugar haga
una lista de los pasajes que hacen referencia a este punto, por ejemplo: Mateo
28:29; Hechos 2:38.
b. Revisar
comentarios. Vaya a comentarios de hermanos fieles que puedan arrojar luz
sobre este punto y ayudarle a resolver su duda:
Estas palabras no son una fórmula bautismal (no hay tal
fórmula); más bien Jesús habla del propósito del bautismo. Tiene que ver con
someterse a la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para recibir
el perdón de sus pecados y el don del Espíritu Santo (Hech. 2:38). La
preposición en traduce la palabra
EIS que indica no solamente en, sino
poner dentro de o entrar en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Compárese Gál. 3, “27 porque todos los
que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”; somos
bautizados para entrar en comunión con Cristo. Rom. 6, “3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido
bautizados en (EIS) Cristo Jesús, hemos sido bautizados en (EIS) su muerte?”
(es decir, para recibir los beneficios de su muerte); Hech. 2, “38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para (EIS) perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo”. Por lo tanto, al ser bautizado en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, uno entra en comunión con los
Tres. Dice ATR que el empleo de EIS con ONOMA (nombre) no significa hacia
dentro, pero véase Mat. 26:28, notas. La misma expresión para (EIS) perdón de
los pecados se encuentra en Mat. 26:28 y en Hech. 2:38. Si el bautismo no es para perdón de pecados (Hech.
2:38), entonces tampoco fue derramada la sangre de Jesús “para remisión de los
pecados” (Mat. 26:28). Las palabras griegas son idénticas. Solamente los
calvinistas tienen problemas con esto. Los que simplemente aceptan el evangelio
sencillo y obvio no tienen problema alguno (Partain, 2000) .
[…] por la autoridad de Jesucristo. Cuando Jesús dijo,
"Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra", inmediatamente
ejerció esa potestad diciendo, "Por tanto, id, y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu
Santo" (Mat. 28:19). Los "Sólo Jesús" que enseñan que Pedro da
una "fórmula" para decir al bautizar están muy equivocados. El texto
-- y otros semejantes -- no nos dicen qué decir, sino qué hacer. Varios textos
en Hechos hablan de bautizar en el nombre de Jesús pero las palabras de cada
texto son diferentes a los demás; no hay fórmula (algo que decir al bautizar)
en ninguno de ellos (Partain, 1994) .
c. Investigar
palabras clave. En este ejemplo muy concreto, podemos investigar el uso de
la frase “en el nombre”. El diccionario Strong dice que la palabra nombre viene
del griego onoma, que significa
nombre, de manera figurada significa autoridad.
d.
Revisar otros textos. Algunos otros
pasajes que pueden aclarar el uso de la frase “en el nombre”: 1 Juan 2:12,
Santiago 5:10; Colosenses 3:17.
e.
La inferencia necesaria. Ahora que
comprende que bautizar “en el nombre de…” no significa mencionar el nombre,
sino “con la autoridad de…”; puede hacer una inferencia:
1) Jesucristo mandó a bautizar “en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
2) Los apóstoles bautizaron “en el
nombre de Jesús”.
3) Por lo tanto ambas frases hacen
referencia a la misma cosa, bautizar con autoridad Divina.
f. Consultar
a hermanos de experiencia. Esta opción debe estar presente. Si su estudio
individual no le permite resolver sus dudas, consulte a hermanos con más
conocimiento.
g. Obras
de consulta para dudas. Algunos hermanos tienen escritos con respuestas a
este tipo de cuestionamientos, dos obras recomendables:
1) Interrogantes y Respuestas de
Bill H. Reeves.
2) Sermones y Artículos de Wayne
Partain.
Es muy importante
que usted se dé a la tarea de explorar temas, de exponer cosas que le interesen
y cosas que investiga por hábito. Con el paso del tiempo se dará cuenta si éste
tipo de temas se le facilita y le hacen sentir cómodo, o quizá se dé cuenta de
lo contrario. Bástenos considerar estas cuestiones técnicas en la preparación
de un sermón temático.
0 comentarios:
Publicar un comentario