(Números 22:20-34)
Hay una canción infantil, para enseñar las vocales, que termina
con ésta frase. Me parece que la se vuelve irónica cuando leemos el pasaje de
Números. En el relato, nos encontramos con la sorpresa de un burro, o una asna,
hablándole al profeta de Dios.
Pero no le habló con
simpleza, esa bestia reprendió a Balaam (2 Pedro 2:16). Esa asna sabía, podía
ver, cosas que el profeta Balaam no veía ni entendía (v.34). Cuando el hombre,
se opone a Dios, es peor que un animal.
Vayamos a considerar
algunas cosas que el asna sabía más que Balaam el profeta de Dios.
La importancia de adorar
a Dios.
En tres ocasiones se apartó la asna del ángel de Jehová
(v.23-27). Ese animal tuvo una mejor actitud que su dueño. ¿Cuál fue la actitud
de la asna?
1. Cambió su camino.
2. Se hizo a un lado.
3. Se echó.
Esas actitudes son
las que todo cristiano debería tener: cambiar el camino perverso, hacer a un
lado el pecado y egoísmo para dejar paso a Dios y echarse, inclinarse,
postrarse en adoración a Dios (Apocalipsis 1:17).
Adorar es viene de la
palabra griega proskuneo, que significa postrarse, inclinarse en homenaje o
reverencia. Muchos cristianos llegan a las reuniones y viven, su vida
cotidiana, con orgullo y soberbia y, al igual que Balaam, no son capaces de
arrodillar sus corazones orgullosos.
Que ningún precio puede
cambiar la Palabra de Dios.
Balaam tenía la esperanza, o el deseo, de que Dios cambiara de
parecer y le permitiera maldecir al pueblo de Israel (v.16-19). Su respuesta
había sido buena. Pero en realidad esperaba que Dios cambiara y le diera
permiso para obrar mal (Números 23:27).
Pero la asna sabía
algo que el profeta no. Que no hay ningún pago que pueda cambiar los
mandamientos del Señor (Números 23:19). Sus ordenanzas son mandamientos firmes.
La Biblia no se moderniza, no evoluciona; nunca autorizará el pecado. Hay
cristianos que están esperando que la iglesia acepte cambios y modernismos,
porque, según ellos, los tiempos cambian y debemos modernizarnos.
Nadie debe aceptar
ningún pago para enseñar lo que es contra Dios. Si alguien lo hace, será
castigado (1 Timoteo 6:3-6).
El único camino que
agrada a Dios.
Balaam no entendía que iba por un camino equivocado. Pero la
asna sí. Sabía que la única forma de agradar a Dios era apartándose de ese
camino que les llevaba a la muerte. Seguramente su asna murió y Balaam tuvo
oportunidad para enseñar el error, y a causa de ello murieron muchas personas,
se cometieron muchos pecados y él mismo fue asesinado (Números 31:8, 16).
La asna sabía que
debía abandonar el error. Hasta un burro lo sabe. Y muchas personas no quieren
dejar sus pecados. Para agradar a Dios hay que ponerse a cuentas con Él y hacer
lo que Él manda en su Palabra.
Ojalá que todos practiquemos estas cosas que hemos estudiado. Y
si alguien no lo está haciendo, ojalá que la asna de Balaam le reprenda y
refrene su locura. Porque, hasta un burro sabe: la importancia de adorar a
Dios, que ningún precio puede cambiar Su Palabra y que solamente hay un camino
para agradarle.
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