Introducción.
A. Hoy en día, el concepto de salud no se
limita a la ausencia de enfermedad, sino que se extiende a otros aspectos.
Salud es el bienestar social, mental, emocional e incluso económico.
B. Hay una cosa que Dios quiere enseñarnos a
través de su palabra, y el revelará el secreto de una vida saludable.
I.- Poner la confianza en Él
A. Sólo hay una persona que es capaz de
dirigir nuestras vidas hacia el bien. Dios es diferente de la confianza en el
dinero:
1. El dinero se acaba. Dios es eterno.
2. El dinero se devalúa. Dios tiene poder ilimitado.
3. El dinero provoca conductas negativas. Dios es amor.
4. El dinero tiene un costo material. Dios provee vida eternal.
5. El dinero no
puede comprar algunas cosas (salud, amor, vida). Dios provee de todo.
B. No todo en la vida es dinero. Dios promete
cosas que no son materiales, la confianza en el dinero puede destruir al
hombre, pero la confianza en Dios le da un seguro consuelo (Sal.90.1).
II.- Quitar toda preocupación.
A. Las preocupaciones enferman, los afectos
materiales destruyen. En este siglo, las nuevas generaciones nacen cada vez más
frágiles, cada vez dependemos más de los fármacos, somos más alérgicos, hacemos
más dietas, tenemos más dolores de cabeza, colitis nerviosa, problemas
intestinales, somos infelices, irritables, nerviosos. Todo ello es producto del
afán.
B. El Señor nos da su sabiduría. ¿Por qué los
animales silvestres no se enferman? Ellos comen cualquier cosa que encuentren,
así esté en buen estado o no, toman agua estancada, muchos son errantes y no
mueren. No es que simplemente sean animales, sino que no tienen preocupaciones,
no tienen que pagar la renta, agua, luz, teléfono, comprar despensa, pagar colegiatura,
comprar libros, estudiar, no tienen preocupaciones. ¿Qué haremos? “echando toda
vuestra ansiedad sobre él, porque él
tiene cuidado de vosotros.” (1Ped.5.7).
III.- Vivir un día a la vez.
A. El pasado ya paso y el futuro aún no
llega. Solamente podemos vivir el día de hoy.
B. Por ello Dios aconseja, “aprovechando bien
el tiempo…” (Efe.5.16). Hacer cosas útiles el día de hoy nos evitan afanes,
preocupaciones, hacer los trabajos en día que corresponde nos evitaría muchas
carreras. Hacer la comida de hoy y dejar de pensar en la de mañana nos
ahorraría un afán.
¡Cuánto más en la
vida espiritual! “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2Co.6.2).
IV.- Buscar primero a Dios.
A. Encomendarse a Dios al principio de cada
día. Buscar a Dios no es necesariamente ir a la iglesia cada día, ni tampoco
tendría que leer la biblia cada día, aunque hacerlo seguramente le mantendría
más cerca de él, pero puede empezar por cosas más sencillas, cosas que estén a
su alcance, buscar a Dios es buscar las cosas que le agradan, hacer lo bueno,
vivir en paz, ayudar al prójimo, cumplir su ley.
B. Buscar a Dios es tratar de agradarle, de
llamar su atención, seguir sus pasos (Hb.11.6; Job.1.8; Prov.24.1). Buscar a
Dios es desear estar con él.
Conclusión.
A. Para tener una buena vida no hace falta
ser ricos.
B. Una buena vida no es estar con gente
pecadora.
C. Vivir bien es vivir confiadamente, es amar
a Dios, quitar las preocupaciones, seguir su ley.
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