(Mr.7.24-30; Mt.15.21-28) - 12 nov. 06
Introducción.
A. En ésta lección aprenderemos
algunas cosas que necesitamos para ser salvos.
B. El ejemplo de la mujer que
vino a Jesús, nos enseña el tipo de persona que Dios quiere de cada uno de
nosotros.
C. Veamos lo que debemos tener
para ser salvos.
I.- Debemos buscar a Dios.
A. Al igual que la mujer, oyó
que Jesús había llegado por aquellos lugares, y se dedicó a localizarlo
(Mr.7.24, 25), nosotros debemos buscarlo, aunque ciertamente no está lejos de
nosotros (Hc.17.27).
B. Al encontrarlo, debemos
rogarle para que nos ayude (Mt.15.21-25), si quizá Dios quiera perdonarnos
(Jon.3.7-9; Hc.8.22, 23).
C. Dios quiere que las personas
que le busque, sean sinceros y estén realmente arrepentidos.
II.- Debemos tener convicción.
A. Ante las pruebas del Señor (Mr.7.27), Dios
no tienta, pero prueba nuestra fe, como quien prueba al oro con fuego
(1Ped.1.7). De Dios recibiremos el bien y también el mal (Job.2.10).
B. Seguridad de que en Él, hay
esperanza (Mt.15.27).
C. Acercarnos no dudando nada,
sino confiadamente (Stg.1.5; Hb.4.16).
III.- Debemos luchar hasta obtener una respuesta.
A. Hasta que Dios nos de algo
en qué conformarnos (Mr.7.29, 30; Mt.15.28), si quizá debamos conformarnos
únicamente con su gracia (2Co.12.7-9).
B. Hasta que Dios nos de su
bendición (Gen.32.22-32).
Conclusión.
A. Dios nos hace ver a través
de su palabra, que la decisión de salvarnos, está en nuestras manos.
B. Jesús, fue duro con la
mujer, hoy en día Jesús está llamando y muchos no quieren oírle.
C. No dejemos que Jesús se
aleje de nosotros, vengamos a él, con toda seguridad, y luchemos hasta que Dios
nos de su bendición.
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