(2Tim.2.3,
4)- 27 nov. 06
Introducción.
A. En ésta lección aprenderemos el tipo de
cristiano de que Dios quiere.
B. Hablaremos de alguien que es un buen
soldado de Jesucristo, las características que tiene y las cosas por las que
debe pasar.
C. Hablaremos sobre lo que Pablo enseñó a
Timoteo.
I.- Sufre
penalidades
A. El pasaje dice que un buen soldado sufre
penalidades. En el tiempo de roma, un soldado llevaba su equipo y mucha carga y
tenía que cargar con todo aquello durante treinta
kilómetros "como mínimo" y después cavar los fosos, levantar los
terraplenes y las empalizadas y montar las tiendas del campamento de marcha.
Marchas y más marchas cargados con cestos llenos de piedras conseguían que los
pies se endurecieran como el acero y que los músculos de las piernas doblaran
su tamaño. Y además de las marchas estaban los ejercicios obligatorios como
montar a caballo, natación, etc. No es extraño que las primeras semanas el valetudinarium
(hospital) del cuartel estuviera siempre lleno de reclutas quejándose de
ampollas y dolores musculares, aunque lo que de verdad funcionaban en estos
casos eran los remedios caseros de los veteranos que los novatos se apresuraban
a aplicarse con gran alivio. Cada día antes de salir el sol las trompetas
tocaban diana y la legión se ponía en marcha.
B. En éste caso el que sufría las penalidades
era Pablo, un buen soldado comparte la batalla de otros para hacerla suya.
C. Nosotros tenemos una batalla contra el
diablo (Efe.6.11, 12).
D. Como buenos soldados somos participantes
de los sufrimientos por el evangelio.
E. Muchas veces decir la verdad es motivo de
represalias (Mr.6.24).
II.- No se
enreda en los negocios civiles
A. Pablo enseñó a Timoteo que un buen soldado
se mantiene dedicado a su servicio. Los jóvenes que
voluntariamente se habían entregado al ejército romano habían de ser formados,
moldeados física y mentalmente para convertirse en perfectas máquinas de matar,
en los mejores soldados de la
Historia. Los reclutas eran alojados en los barracones del
campamento. Cada ocho legionarios formaban un contubernium o grupo que
debía aprender a convivir, ya que los ocho harían vida en común como si de una
familia se tratara. Cada contubernium tenía una mula que cargaba con la pesada
tienda de campaña de cuero, el molino para moler trigo y las herramientas y
utensilios comunes.
B. Es decir, no tiene mayor trato con el
mundo.
C. Un buen soldado no comparte el pecado de
otros (1Co.5.6-11).
D. Estamos en éste mundo, pero no somos de
éste mundo (Jn.17.14-16).
III.- Es
condecorado por su Señor
A. Un buen soldado está luchando para agradar
a su superior.
B. En los tiempos de roma, un soldado
necesitaba:
Un legionario
romano recién alistado en la
Legión Décima cuando César llegó a la Galia Cisalpina
para hacer frente a la invasión helvecia en el año 58 debía haber cumplido los
siguientes requisitos:
1.
Requisitos legales:
a-
Ser ciudadano romano. Sólo los ciudadanos romanos podían servir en las
legiones.
b-
Estar legalmente censado y tener el visto bueno de las autoridades municipales.
c-
Ser soltero.
2.
Requisitos físicos:
a-
Tener entre 16 y 20 años. Las edades variaron a lo largo de los siglos.
b-
Una estatura mínima de 1,70.
c-
No sobrepasar un determinado peso y tener una determinada masa muscular.
d-
Superar las pruebas físicas. No las conocemos pero serían prácticamente iguales
que las de hoy en día, para demostrar que el aspirante a recluta era capaz de
correr, saltar, etc. Además sabemos que se les hacían un reconocimiento médico
completo que incluía pruebas de visión y de oído. Era enviado a la capital de
su provincia donde se les hacía un primer examen físico, se certificaban sus
documentos, se les hacía entrega de un stipendium o dieta consistente en unas
monedas para pagar el viaje y eran enviados al cuartel general de la legión a
la que habían sido adscritos. Una vez en el cuartel general de la legión, que
era su sede administrativa, los funcionarios militares revisaban los documentos
de los aspirantes dándoles el visto bueno y se les sometía a un nuevo examen
médico y a una prueba física. Si pasaban este trámite eran formalmente
aceptados como reclutas y debían prestar juramento solemne de defender Roma
contra todos sus enemigos y de guardar y hacer guardar las leyes de Roma. Ya
eran legionarios romanos. El centurión les informaba de que su sueldo era de
225 denarios al año y de que en los depósitos de la legión encontrarían todo su
equipo: cota de malla, yelmo, espada, pugio, pila, etc, etc, etc. Ese equipo
debían pagarlo de su bolsillo, así era difícil que lo perdieran y podían
adquirir el estándar fabricado en serie para el ejército o uno más caro
adquirido a artesanos especializados con bonitos adornos. De momento, y como
todos estaban tiesos, adquirían el estándar, cuyo coste se descontaba de su
sueldo.
C. Los
soldados romanos eran remunerados, pues su trabajo era duro, cargaban con
grandes pesos por más de 30 km ,
y cavaban fosos y levantaban empalizadas, y luchaban, además de alimento solo
tenían lo básico que compartían con los del contubernium. El ejército romano era un ejército bien pagado comparado
con otros ejércitos incluso de nuestros días. El salario de los soldados
romanos en la época de la muerte de César-principios del Imperio era
aproximadamente el siguiente:
GRADUACIÓN
|
DENARIOS
|
Legionario
|
225
|
Pretoriano
|
500
|
Centurión
|
1.250 / 2.500
|
Primi Ordines
|
5.000
|
Tribunus semestris
|
12.500
|
Tribunus laticlavius
|
30.000 / 50.000
|
Tribunus angusticlavius
|
25.000
|
Praefectus castrorum
|
30.000
|
Praefectus alae
|
25.000 / 30.000
|
Tribunus cohors urbanae
|
50.000
|
Tribunus cohors praetoriae
|
50.000 / 75.000
|
Primus Pilum iterus
|
50.000 / 75.000
|
Además del salario, el legionario recibía
extras como donaciones o partes de botín, premios en metálico, etc. La mitad de
estos extras eran depositados obligatoriamente en la caja de la legión, en una
cuenta que debía servir para pagar sus honras fúnebres en caso de muerte o para
asegurarles el retiro al licenciarse.
D. Hoy
en día existen otras remuneraciones:
1.
Collar. Es la de mayor importancia. Se otorgan, generalmente, a jefes de Estado
y se representa por: un collar cuyos eslabones tienen los símbolos de la orden.
Una banda con los colores de la
Orden , en cuyo lazo terminal cuelga una venera o cruz con los
símbolos de la Orden
en su anverso o su reverso. Una placa con los símbolos de la Orden.
2.
Gran Cruz. Es la categoría que va por debajo del collar. Se puede otorgar a
ilustres personalidades. Se compone de una banda semejante a la del collar
(bando con los colores de la
Orden ). Y una placa con los colores de la Orden , similar a la del
Collar.
3.
Encomienda con placa. Se compone de una placa, de inferior tamaño, a los del
Collar y la Gran Cruz ,
con los símbolos de la
Orden. En algunas órdenes, tienen en este grado una corbata
(cinta larga con los colores de la
Orden que se ata al cuello) con una venera o cruz con los
símbolos de la orden en su anverso y/o reverso.
4.
Encomienda. Se compone de una venera o cruz con los símbolos de la orden, de
tamaño y forma similar al de la
Encomienda con placa.
5.
Oficial. Se compone de una cruz con los símbolos de la Orden en su anverso y en su
reverso, pendiente de una cinta corta (corbata) con los colores de la orden, y
sujeta, generalmente, por un pasador. En el centro de la cinta suele tener un
pequeño rosetón o lazo de los mismos colores que los lucidos en la cinta.
6.
Caballero o Dama. Una distinción similar a la oficial, pero de menor tamaño,
generalmente, y sin el rosetón o lazo de la cinta. En la ampliación del
capítulo veremos los distintos tipos de Órdenes más conocidas, y como se lucen
las condecoraciones.
7.
El ejército alemán, distinguía tres tipos de condecoraciones:
las que premiaban el mérito o el valor en combate; las que se
otorgaban como reconocimiento a un servicio distinguido o una campaña
exitosa; y las que reflejaban una característica o
conocimiento especial de su portador.
E. Pablo nos enseña por medio de ésta carta,
que debemos luchar para recibir las condecoraciones de Dios, no que las
merezcamos, pero, que hagamos el mérito por tenerlas (Fil.1.9.11). Frutos
dignos (Hc.26.20).
F. Dios promete darnos una grande recompensa
(1Co.15.18):
1. El árbol de la vida (Apc.2.7).
2. Vencer la 2ª muerte (v.11).
3. Del maná.
4. Una piedrecita blanca.
5. Un nombre nuevo (v.17).
6. Autoridad.
7. La estrella de la mañana (v.27, 28).
8. Vestiduras blancas.
9. Ser confesado (3.5).
10. Monumento en su nombre en el templo de Dios (3.11).
11. Parte en el trono (v.21).
Conclusión.
A. Luchemos por ser buenos soldados del
Señor.
B.
Demos el mayor esfuerzo, si hay que sufrir, si hay que dedicarnos, si debemos
dejar las cosas del mundo, todo lo hagamos por el Señor.
C. No
dudemos de que el Señor nos dará recompensa en el día final, y una recompensa
incomparable, la cual solamente los soldados vencedores tendrán.
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