(Jer.8.22) - 14 ene. 07 -
Propósito: Demostrar que la
única fuente de salvación para nuestra herida mortal, está por medio de la
obediencia a Dios.
Introducción.
A. Galaad.
Era famosa por sus bosques (Jer 22.6, 7), sus muchas
maderas finas, perfumes y plantas medicinales (Gen 37.25; Jer 8.22; 46.11) y
sus abundantes pastos (Num 32.1; Miq 7.14; Can 4.1; 6.5). Su territorio se
dividió entre las tribus de Gad, Rubén y Manasés (Nm 32), quienes seguramente
disfrutaron allí de completa paz pues rehusaron tomar parte en la guerra de
Débora contra Sísara (Jue 5.16, 17). Cuando los madianitas y los amalecitas los
amenazaron, Gedeón los defendió (Jue 6). Jair, Jefté y Saúl los defendieron de
otras invasiones (Jue 10.3–12.7; 1 S 11.1–11). Quizás en gratitud por estos
servicios la gente de Galaad recogió el cadáver de Saúl (1 Sam.31.8–13).
También ofrecieron protección a David cuando Absalón lo perseguía (2
Sam.17.22–29). En los tiempos de Cristo los territorios de Galaad se
denominaban Perea y Decápolis. En nuestros días, forman parte del reino de
Jordania.
B.
Jeremías, expresa su tristeza por el pecado del pueblo. Aun con lágrimas
Jeremías hubiera deseado que alguno de los bálsamos de Galaad pudiera sanar al
pueblo.
C.
Con todos los remedios que Galaad tenía, y todos los médicos que conocían las
plantas y los bálsamos, no hubo remedio para el pecado.
I.- Es
para una herida.
A. El
bálsamo de Judea se utiliza desde hace mucho en Oriente por su fragancia y sus reputadas
virtudes medicinales. Heridas como raspones, cortaduras, etc.
B. El
pueblo judío, tenía una herida que no podía sanar con el bálsamo de Galaad
(Jer.46.11).
C.
Tenía heridas profundas que penetraban hasta el corazón (Jer.9.2-6).
D.
Hoy en día muchas personas aún tienen una enfermedad que ataca al corazón
haciendo que se endurezca, ¡El Pecado! (Hb.3.13-15).
II.-
Es fácil de conseguir.
A.
Éste bálsamo era de consumo internacional (Gen.37.25). No se sabe con exactitud
su precio, pero al estar en Galaad, sería relativamente barato. Era fácil de
aplicar, únicamente se untaba en la herida.
B. El
bálsamo que Dios nos da para sanidad espiritual, no cura las impurezas de la
piel, pero salva (1Ped.3.21). Y es fácil de obtener (Jer.6.16). Y es relativamente
barato, solo tiene que estar dispuesto a sufrir por el evangelio (Apc.2.10), y
es fácil de aplicar, solo necesita creer y aplicarlo (Mr.16.16).
C. Al
igual que pasaba con Naamán, usted no necesita hacer una “gran cosa” para ser
sanado.
III.- Tiene
propiedades curativas.
A.
Contiene ácido benzoico, del cual, sus sales, tienen propiedades antisépticas,
que tiene que ver, con el método de combatir o prevenir los padecimientos
infecciosos destruyendo los microbios que los causan.
B.
Éste bálsamo era un gran remedio para las heridas, pues prevenía que se
infectaran, y aún las que estaban infectadas, destruía los microbios. Esto
permitía que la herida pudiera restaurarse y la carne y la piel fueran curados
(renovadas según el caso (Jer.51.8)).
C.
Hoy en día tenemos un bálsamo que al igual que éste puede prevenir que la
herida logre sus apogeo infeccioso, puesto que puede cauterizar al corazón
(Efe.4.17, 18; 1Tim.4.2).
D.
Éste bálsamo puede limpiar el pecado (Hc.16.22).
E.
Puede destruir el pecado (Hb.4.12).
F.
Para sanar (Lc.4.18).
G.
Para renovar (2Co.5.17; Efe.4.23).
Conclusión.
A. El
bálsamo de Galaad, traspasó fronteras por efectividad, y por su sencillez.
Curaba heridas aún muy profundas, pero no curaba el pecado.
B.
Aquí tenemos un bálsamo espiritual, un bálsamo de amor, que sana el pecado y
nos cura de esa herida mortal.
C.
Dios nos da su evangelio y el bautismo como bálsamo para remediar nuestra
enfermedad.
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